Los objetivos son una serie de niveles que la empresa describe para cumplir su misión. Cada meta, o nivel, está separado por una serie de escalones que la empresa debe subir para llegar a cada objetivo. Los peldaños son objetivos. Los objetivos, a diferencia de la declaración de la misión, debieran ser pasos accionables y medibles.
Para lograr los objetivos, la empresa debe crear estrategias detalladas para definir los pasos que la empresa llevará para la consecución de los objetivos. Las estrategias detallan los pasos, así como el personal y los recursos necesarios para completar cada aspecto. Al igual que los objetivos, las estrategias debieran ser acciones concretas y medibles e incluir una serie de plazos a corto plazo que están diseñados para asegurar que los plazos de los objetivos se cumplan.
Para ser exitoso, cada negocio debe establecer claramente y de manera específica sus metas para alcanzarlas de forma articulada junto al curso de sus acciones. Sin embargo, muchas empresas carecen de planes futuros bien delimitados, y solo se limitan a pretender más ingresos y buena rentabilidad, una respuesta por demás común y bastante vaga.
Para que una empresa avance con firmeza y predictibilidad, debe comenzar por establecer objetivos SMART.
El método SMART te ayuda a focalizar tus metas, manteniendo presentes tus objetivos iniciales, permitiendo hacerles seguimiento y llevar a cabo acciones para cumplirlos.
Qué son los objetivos SMART
Los objetivos SMART son aquellos que cumplen con los requisitos de ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo establecido para completarlos. Este esquema de definición ha demostrado ser el más eficaz en el entorno laboral y comercial ya que evita incertidumbres y ofrece toda la información necesaria para que los diferentes departamentos de una empresa puedan cumplirlos con celeridad.
Desarrollada en la década de 1980 por George Dorán, la metodología SMART ha trascendido a su creador original para convertirse en una práctica sólida que permite elaborar objetivos en los más diversos ámbitos, desde la política, el desarrollo personal, la educación hasta las finanzas y negocios.
Utilizando la palabra SMART (que significa inteligente en inglés) es posible fijar una regla mnemotécnica:
S Specific (Específico): Debe ser lo más concreto posible. Cualquiera que lo lea sabrá exactamente lo que pretendes hacer y cómo.
M Measurable (Medible): Debe ser medible, por lo que ha de ser una meta cuantificable.
A Attainable (Alcanzable): Debe ser ambicioso, un reto, pero que sea posible. Hay que dar la opción de reajustar los objetivos si hay cambios en el entorno.
R Relevant (Relevante): Debe generar un efecto significativo dentro del negocio o proyecto.
T Time based (Basado en el tiempo): Cada objetivo debe estar definido en el tiempo, ya que nos ayudará a marcar las distintas etapas que nos permitirán llegar a la meta propuesta.
Criterios inteligentes para definir objetivos
¿Por qué esta metodología es tan popular y masiva? ¡Porque funciona! Veamos con un poco más de profundidad cada una de estas características y por qué son importantes para definir tus objetivos empresariales:
- Objetivos específicos: Los objetivos tienen que ser extremadamente específicos para ser útiles. Si no defines lo que quieres conseguir, entonces nunca podrás saber si has llegado allí.
Al definir los objetivos, algunas de las preguntas que debieras considerar son: ¿Qué quiero lograr exactamente? ¿Quién está involucrado? ¿En qué espacio físico voy a trabajar para conseguirlo? ¿En qué plazo de tiempo debo alcanzarlo? ¿Cuáles son mis fortalezas y debilidades? ¿Cuáles son mis oportunidades y mis amenazas? ¿Qué beneficios obtendré si lo consigo?
Meta no especifica: Que el negocio sea rentable. Por supuesto que la rentabilidad es un propósito inherente a los negocios, pero dada su escasa delimitación, se convierte en un principio tautológico y carente de solidez.
Meta específica: Que el negocio tenga un retorno de la inversión superior al 15% permitiendo alcanzar un beneficio del activo total de la empresa con margen de rentabilidad.
- Objetivos medibles: Esta es otra pieza crítica que la gente a menudo olvida. ¿Cuál es la forma en que piensas medir tus objetivos? Si no puedes cuantificar lo que quieres lograr, ¡será literalmente imposible lograrlo! Es necesario establecer los indicadores a emplear para evaluar el grado de consecución del objetivo. Los propósitos nebulosos e inconmensurables no te convertirán en un buen gerente de negocios.
Meta no mensurable: Que los procesos agreguen valor al negocio.
Meta mensurable: Los procesos anotarán un 25% adicional del valor agregado que adquieren los productos o servicios dada la excelencia requerida a los procesos productivos.
Con la primera versión, no tendrás manera de saber si has alcanzado tu meta. Después de todo, ¿qué es el valor agregado y cómo medirlo? Definitivamente, será algo que quieras fomentar dentro de tu organización, pero tienes que poder medirlo si quieres ofrecer los precios más competitivos del mercado.
- Objetivos alcanzables: El objetivo debe ser realizable, ambicioso, pero no imposible de lograr. El éxito requiere tiempo, energía y una gran cuota de realismo para lograrlo. Por más soñador, visionario e idealista que seas, si quieres ser un empresario victorioso, primero debes establecer las metas que realmente puedas alcanzar.
Meta poco realista: La empresa duplicará sus ventas en los próximos dos meses.
Meta alcanzable: La empresa aumentará las ventas un 10% en los próximos dos meses.
Si estableces metas que están fuera de alcance, sólo estarás preparando a tu equipo para los contratiempos y la decepción directa. Sé honesto sobre dónde está parada tu empresa y hacia dónde se dirige, ¡y obtendrás muchos mejores resultados!
- Objetivos relevantes: Un objetivo puede ser alcanzable, pero no realista si no se fundamenta en su propia realidad. Es importante que además se elijan metas que te importe conseguir. O que importe conseguir al equipo a quien se las asigne. Es posible que desees tener tu mejor año comercial o aumentar los ingresos en un 50%, pero si una recesión está surgiendo y tres nuevos competidores captan el mercado, entonces tus objetivos no están siendo relevantes para la coyuntura actual.
Meta poco relevante: Conseguir 10.000 visitas a tu sitio web en menos de 3 meses.
Meta relevante: Convertir un 30% del tráfico a la tienda online para estimular la venta de productos.
Como verás, si estableces un objetivo interesante pero irrelevante, estarás quemando los esfuerzos de tus colaboradores al guiarlos en la dirección incorrecta. Para establecer objetivos SMART es necesario que dediques el tiempo suficiente a descubrir cuáles son realmente tus necesidades.
Si tu propósito real es, por ejemplo, vender productos en la tienda online, quizás no sea del todo relevante quebrar las métricas de las visitas a tu sitio web. Este portal podría consumir todos tus esfuerzos de marketing para conseguir miles de visitantes y finalmente encontrar que ningún visitante compra tus productos, por magníficos que sean los contenidos. ¡Replantea tus objetivos para hacerlos relevantes a la ocasión!
- Objetivos de tiempo determinado: Finalmente, es necesario que los objetivos SMART tengan una fecha delimitada. Debes definir el plazo concreto que tardarás en conseguir el objetivo. Este periodo no debe ser ni tan corto que se haga imposible conseguirlo, ni tan largo que cause dispersión de la iniciativa. Si marcas una meta, pero no le das un contexto temporal, dejará de tener sentido. ¡No es lo mismo conseguir 100.000 dólares en ventas en un mes que en un año! Para que tu equipo pueda contextualizar los objetivos, siempre acompáñalos del plazo deseado para su cumplimiento.
Meta no delimitada: Triplicar los ingresos.
Meta delimitada: Aumentar los ingresos en un 40% en los próximos seis meses, consiguiendo 10 nuevos clientes cada mes.
Este último paso es uno de los más comunes de olvidar, pero el más importante para conducir tu empresa hacia adelante de manera progresiva y escalable. Procura poner una línea de tiempo, fechas de entregables, plazos de implementación y cronogramas de desarrollo para cualquier proyecto que asuman tus colaboradores, o de lo contrario no terminarán nunca en tiempo y forma porque vivirán excusados en la dilatación.
¿Por qué son eficaces los objetivos SMART?
Los objetivos SMART en los negocios dan un propósito a la organización y sus empleados, que inspira pasión, lealtad, unidad, productividad y alto rendimiento a través de una comunicación clara y abierta.
Con el establecimiento de objetivos SMART, todos saben exactamente cuáles son las prioridades y qué se espera de ellos.
Las metas SMART ayudan a los empleados a disfrutar de un mayor enfoque, una mayor motivación, un mejor trabajo en equipo y un mayor sentido de valía al poder cuantificar su progreso.
A medida que mejora el desempeño de los empleados, es probable que los gerentes superen las dificultades comunes de gestión, como la comunicación deficiente y el enfoque disperso.
Los objetivos SMART ayudan a los gerentes a crear efectivamente el enfoque y la unidad que los empleados necesitan para operar constantemente como de alto desempeño.
Las metas SMART ayudan a los empleados a disfrutar de mayor concentración, mayor motivación, mejor trabajo en equipo y mayor sentido de valía.
¿Cómo hacer que los objetivos SMART sean un hábito?
Para que el establecer objetivos SMART sea un hábito en tu empresa, debes alentar a los empleados a ver el panorama general y también a dividirlo en acciones más pequeñas.
Cuanto más pequeños sean los pasos, más fácil será avanzar hacia adelante y generar impulso para alcanzar la meta. Y, estarán más motivados debido que irán viendo logros.
Una sugerencia es que en cada unidad o división de tu empresa se cuente con objetivos SMART debidamente establecidos y con seguimiento periódico.
El establecimiento de cada objetivo debiera considerar:
Específico: ¿Qué logrará el objetivo? ¿Cómo y por qué se logrará?
Medible: ¿Cómo medirá si se ha alcanzado o no el objetivo (enumere al menos dos maneras)?
Alcanzable: ¿Es posible? ¿Otros lo han hecho con éxito? ¿Tiene los conocimientos, habilidades, habilidades y recursos necesarios para lograr la meta? ¿Te desafiará sin derrotarte?
Relevante: ¿Cuál es la razón, el propósito o el beneficio de lograr la meta?
Límite de tiempo: ¿Cuál es la fecha de finalización establecida y esa fecha de finalización crea un sentido práctico de urgencia?
Conclusión
Cuando se trata de crecer estratégicamente y desarrollar una cultura empresarial atractiva, el establecimiento de objetivos es una clave fundamental.
Cuando una empresa ha aclarado sus objetivos, y cuando los equipos comprenden cómo sus propios objetivos ayudarán a que la organización los alcance, la productividad y el compromiso aumentan.
El establecimiento de objetivos está en el corazón de una cultura organizacional saludable y establecer los objetivos SMART en los negocios es el camino para el éxito empresarial.