Lo primero que destaca este artículo es que la forma de abordar la responsabilidad social corporativa y la filantropía tradicional son inadecuadas para los tiempos actuales. Los líderes deben repensar lo que es un negocio y cómo impulsar el cambio en el mundo.
Las empresas deben esforzarse por convertirse en un aportador neto, lo que ellos denominan NETO POSITIVO, mejorando el bienestar para todos los que afectan, considerando cada producto, operación y a todas las partes interesadas (stakeholders), incluidas las generaciones futuras y el planeta en sí.
En el artículo los autores demuestran que este enfoque no solo entrega valor a los stakeholders, sino que representa una estrategia que permite generar crecimiento, rentabilidad y buena reputación a la empresa en el mediano y largo plazo.